Almohadas infantiles ¿Es conveniente que la usen?

Respecto a las Almohadas infantiles, es frecuente que surjan dudas sobre usarlas o no. Los pediatras aconsejan por diferentes vías; en sus consultas; artículos y medios de comunicación sobre el riesgo que representa las almohadas para niños, menores de 2 años. Además, se debe tener presente ciertas reglas básicas para adquirir y colocar almohadas a los niños mayores de 2 años; relacionados con el tamaño y la forma; densidad; especialmente cuidar que su relleno sea seguro; no alérgeno y; que este provista de una cubierta lavable. Entre las más recomendadas están las almohadas infantiles ortopédicas y las de Memory Foam.     

Aún bajo ciertas enfermedades; con gripe; tos o con problemas de reflujo gastroesofágico, donde el niño requiere dormir con cierta inclinación; no es recomendado el uso de la almohada para los más chicos.

Las almohadas infantiles, suelen usarse como complemento. Están más bien indicadas como ayuda a la madre; durante el embarazo o; durante la lactancia del bebé. Las hay lumbares; en forma de I, de L o U; para ajustarse a las necesidades de la madre y del bebé.

Riesgos eminentes de las almohadas infantiles

Si dada las condiciones; no es posible eliminar por completo la almohada en la cama del niño. Se deben cuidar una serie de aspectos; para bajar el nivel de riesgo de asfixia u otro peligro, cuando se desatiende alguna se las siguientes premisas.

Almohadas mullidas y de consistencia floja o elástica

Este tipo de almohadas infantiles representan un peligro de asfixia para los bebés, debido a su incapacidad de moverse o dar vueltas para destapar sus fosas nasales que lo mantengan ventilado.

Almohadas donde el tamaño, puede ser un grave problema

En general, si se usan almohadas para niños, estas deben ser delgadas y de tal manera que se ubique en cabeza y cuello. Nunca, sobre los hombros, ni en la cervical; que pueden dañar el buen desarrollo de los huesos o ser causa de estrés en la espalda del menor.

Igualmente, respecto a sus dimensiones; estás no deben ser muy grandes; ya que esto aumentaría el peligro de asfixia. La recomendación, una almohada entre 30 cm x 40 cm, sería un tamaño ideal.

Entre las pautas que colocan algunos especialistas, está usar una almohada del mismo ancho que la cama del niño. Esto evitará que se desplace, obstruyendo la oxigenación del bebé.

Rellenos alérgicos e inseguros 

Uno de los rellenos más propensos a las alergias; son las almohadas infantiles de plumas, sea de ganso y otra ave. Evitar los materiales orgánicos que elevan los riesgos de ahogo; si el niño reclina la cabeza boca abajo sobre la almohada.

Higiene garantizada con cubierta removible

Para las almohadas infantiles, es muy importante mantener la higiene, para evitar enfermedades de la piel o de otra índole. Para ello, considerar el tipo de tela de para la cubierta removible, que sea fácil de lavar; y de exponerlo frecuentemente al sol.

Lo mejor, es que este provista de un tejido suave y fresco que facilite la respiración y ventilación a través de la almohada. Las fundas deben quedar justas a la almohada; para no propiciar casos de asfixia con pedazos de tela suelta.